CONCLUSIÓN:
A través de este trabajo podemos observar que en diferentes tiempos, territorios y culturas, el egoísmo, el deseo de poder económico y político produjeron estragos en lo que se refiere al crecimiento natural, donde los valores morales deberían ser el estandarte en la convivencia diaria.
Nuevamente afirmamos que el pecado que entro en este mundo intenta destruir todo lo bello que nos dio Dios.
Pero no todo esta dicho.
Así como Dios condujo a su pueblo en el pasado lo hará en el futuro, y llegaremos a la victoria solo si nos aferramos a su mano y caminamos con El en el camino que nos llevara a la felicidad. Donde el egoísmo no existe y el amor prevalece "porque Dios es amor".
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